Terapia asistida con animales en el TEA. Empleo y beneficios en centros de Atención Temprana. 

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Montserrat Acosta Viña

El empleo de terapias alternativas para niños y niñas con trastorno del espectro autista (en adelante TEA) en los centros de Atención Temprana, como la Terapia asistida con animales (en adelante TAA), requiere una valoración de su viabilidad según la conveniencia y los recursos de la institución. Así, a pesar de los avances y beneficios que aporta este tipo de acciones terapéuticas, aún se requiere un análisis crítico de los fundamentos teóricos, así como un estudio de las prácticas ya preestablecidas para su empleo efectivo (Chapman et al., 2024). 

El pilar de la TAA se fundamenta en la relación humano-animal, que aporta seguridad afectiva, así como una mejora del desarrollo social y emocional en los niños, desde un apego seguro (Moretti, 2019). En el caso de niños con necesidades especiales, este tipo de interacción apoya, más allá de lo expuesto, la construcción de un vínculo terapéutico, elemental para consolidar la Atención Temprana (González et al., 2015). 

A pesar de ello, la neurodiversidad exige la personalización de la terapia; por lo tanto, la terapia asistida con animales depende de las características del trastorno y del entorno, lo que garantiza una experiencia enriquecedora con el animal, siempre y cuando el niño o la niña no posea una fobia instaurada (González et al., 2015). Por ende, resulta necesario que el profesional realice un diagnóstico para determinar los requerimientos del paciente y los tipos de animales más recomendables para la intervención terapéutica (Moretti, 2019). 

La factibilidad de la terapia depende, además, de la accesibilidad a los recursos, que incluyen la selección y el adiestramiento de los animales, la formación de profesionales y la adaptación de un área para trabajar con esta opción terapéutica. Asimismo, los recursos económicos deben ser estudiados para prever todos los gastos que acarreará la terapia (Bender, 2018). 

Trabajar de forma integral la TAA es poco usual. Así, en algunos centros, se ha ejecutado la equino terapia en conjunto con musicoterapia y arteterapia, logrando actividades sensitivas únicas que brindan, integralmente, una experiencia llena de aprendizaje y estimulación de diferentes áreas. La musicoterapia puede emplearse mientras el niño interactúa con los movimientos del caballo, mientras que la arteterapia puede regular y expresar las emociones en el momento del contacto cercano con el caballo. Este animal favorece el desarrollo y fortalecimiento del área motora, así como las habilidades sociales y afectivas con el entorno (Bender, 2018). 

Por otro lado, López et al. (2024) señalan que existen centros donde se garantiza una atención terapéutica con animales de granja, como cabras, ovejas, conejos, pollos y gallinas. Estos animales permiten potenciar la curiosidad del niño y estimular su percepción sensorial; la oveja crea una sensación de tranquilidad y suavidad, mientras que la observación de los pollos y las gallinas, al alimentarse, puede favorecer la concentración.  Otros animales son los gatos; a pesar de que su comportamiento dificulta el entrenamiento terapéutico, realizan una función similar a la de los perros. Asimismo, los roedores son manejables, aportando sensación de responsabilidad y los loros ayudan al desarrollo del lenguaje por su habilidad de vocalizar (Nisarga et al., 2024); además de los animales acuáticos, como peces y delfines, que evitan la ansiedad y permiten una relajación visual. Sin embargo, el uso de este tipo de animales requiere mucho cuidado e instalaciones especializadas que garanticen su seguridad, por lo que no son tan recomendables (Nisarga et al., 2024). A pesar de ello, López et al. (2024) sostienen que la elección del animal dependerá del niño, su edad, condición, intereses y competencias, tras ser valorado por un equipo interdisciplinario.  

Por otra parte, la TAA es una terapia complementaria, por lo que debe considerarse su abordaje en conjunto con otros métodos, como el análisis aplicado de conducta (ABA). Al respecto, Chadid (2024) y Fernández et al. (2023) realzan su conveniencia y viabilidad en la Atención Temprana. 

Por otra parte, existen estudios como los de Castillo et al. (2021), los cuales dan a conocer su experiencia al entrevistar a familiares y terapeutas de niños con autismo que se han beneficiado de la equinoterapia. Concluyen que el vínculo del menor con el animal y el apoyo del núcleo familiar benefician el comportamiento del menor con respecto a la autonomía. Por lo tanto, es provechoso que este modelo terapéutico surja tomando en cuenta los requerimientos del niño, además de nutrirse complementariamente de técnicas y modelos cognitivo-conductuales. 

Por otro lado, Hernández et al. (2021) subrayan el uso de delfines como animales de asistencia para el abordaje de niños TEA, específicamente aquellos con problemas en el lenguaje. Estas terapias fueron asistidas por los entrenadores de los animales a un grupo de 25 niños, durante un período de tres semanas. Se evidenció una mejoría en la articulación de fonemas y una buena disposición para comunicarse con el entorno. 

Ben y Zachor (2021), por el contrario, emplearon perros para beneficiar a un grupo de niños con autismo durante el periodo académico, apoyándolos en la interacción y el conocimiento del cuidado canino. Lograron en los estudiantes con características de autismo severo una mejoría tanto en las funciones cognitivas como en las habilidades sociales, consiguiendo avanzar e interactuar al momento de instruir y mantener contacto con el animal. 

En el caso de la elección de la TAA, específicamente con perros, se centra en la capacidad de los caninos para facilitar los lazos emocionales, fortaleciendo la confianza y generando un estado de protección en la persona cercana, especialmente cuando se trata de menores. 

La naturaleza de los perros no solo permite la acción lúdica, sino que se le atribuye la habilidad de dar respuesta a los estímulos sociales; lo que los convierte en animales terapéuticos genuinos que favorecen la relación con el entorno, así como el desarrollo de habilidades comunicativas, áreas del desarrollo que representan un desafío para los niños con trastornos del espectro autista. De igual forma, Fernández et al. (2023) mencionan que el perro facilita el diálogo y la comprensión del lenguaje corporal, además de regular las emociones negativas que impulsan los índices de ansiedad. 

De la Torre (2024) insiste en que una de las áreas con mayor afectación en niños con trastornos del espectro autista es la comunicativa, al verse limitada su habilidad para interactuar con el entorno. Al respecto, la terapia asistida con perros genera oportunidades para potenciar la comunicación por medio de acciones lúdicas, el cuidado o la simpleza del contacto físico con el animal, invitando, al menos, a imitar, compartir y ser parte de la experiencia, al mismo tiempo que desarrolla su capacidad empática (Jorge et al., 2021). 

En este sentido, el perro, por medio de su lenguaje y las respuestas a los distintos estímulos, puede transformar e instaurar conductas sociales adecuadas en el niño, beneficiando la convivencia recíproca con el entorno. Al respecto, Rehn et al. (2023) consideran que el niño, al observar, puede aprender imitando. Por ende, el perro le enseña, por medio de la observación, cómo accionar y manejar las emociones al momento de generar una respuesta a un estímulo del entorno. 

La regulación afectiva se logra por medio de las terapias asistidas con animales a través de la calma que genera el canino. Así, según Ben y Zachor (2021), se reduce los índices de ansiedad, favoreciendo al menor al momento de afrontar situaciones problemáticas. 

Gretchen et al. (2021) afirman que las terapias asistidas con gatos son poco empleadas debido al temperamento del animal. A pesar de ello, realizaron un estudio en familias adoptivas de felinos que tenían menores con diagnóstico asociado al autismo. Lograron reconocer que los gatos tenían un temperamento tranquilo, según médicos veterinarios, alcanzando, al paso de tres meses, una respuesta satisfactoria de reducción de los niveles de estrés y ansiedad en los niños, además de un mejor ambiente comunicativo en el hogar. 

En suma, a pesar de que los resultados se establecen positivos, es importante determinar a largo plazo el éxito de estas intervenciones, las cuales se han vuelto cada vez más atractivas para la Atención Temprana en el abordaje de menores con TEA. Así, se considera pertinente que los profesionales amplíen sus opciones terapéuticas y conozcan las diferentes opciones de empleo de la terapia asistida con animales. 

Resulta clave incidir que la Atención Temprana para los y las infantes con este tipo de diagnóstico es un factor indispensable, ya que de ella dependen las oportunidades y el avance futuro. Al incorporar la TAA, como complemento de la atención interdisciplinaria, se puede centrar la atención en el logro de los objetivos.  

Ante los beneficios expuestos, se considera producente la posible elección de la terapia asistida con perros como metodología complementaria a desarrollar en un programa de intervención de Atención Temprana, a favor del desarrollo de discentes con TEA, bajo la finalidad de mejorar su relación con el entorno, capacidad comunicativa, disposición al aprendizaje y regulación de sus emociones. 

En consecuencia, se espera que esta metodología terapéutica innovadora sea un canal para fortalecer integralmente el desarrollo de menores con TEA, permitiendo aportar estrategias configurables y adicionales a otros escenarios, con la finalidad de complementar la intervención tradicional, mientras se favorecen las oportunidades para optimizar la calidad de vida de los beneficiarios, incluyendo al núcleo familiar. 

Referencias bibliográficas: 

Ben, E. & Zachor, D. (2021). Dog training intervention improves adaptive social communication skills in young children with autism spectrum disorder: A controlled crossover study. Autism, 25(6) https://doi.org/10.1177/13623613211000501 

Bender, R. (2018). Hipoterapia: El caballo en la rehabilitación. Ediciones UC. 

Castillo, J., Galaz, A., Pilot, P., Olguín, C. y Rocco, M. (2021). Prácticas del terapeuta ocupacional en hipoterapia con niños, niñas y adolescentes diagnosticados con trastorno del espectro del autismo en la Región de Valparaíso. Revista de Estudiantes de Terapia Ocupacional, 8(2), 28-44. http://www.reto.ubo.cl/index.php/reto 

Chadid, C. (2024). Estudio de Caso: Terapia Canina desde casa para Niña de Cinco Años con TEA y TDAH apoyada con Labrador Retriever. Revista Científica CIENCIAEDUC, 12(1), 1-16. https://portal.amelica.org/ameli/journal/480/4804850034/html/  

Chapman, R., Baselmans, C., Howell, T., Ronken, C. & Butler, D. (2024). Exploring the Benefits of Dog-Assisted Therapy for the Treatment of Complex Trauma in Children: A Systematic Review. Children, 11(8), 1017. https://www.mdpi.com/2227- 9067/11/8/1017 

De Sousa, A. (2024). Princípios e práticas do método ABA. Clube de Autores. 

De la Torre, B. (2024). Una mirada inclusiva al alumnado con TEA: Cómo articular respuestas y buenas prácticas en contextos educativos ordinarios. Narcea Ediciones. 

Fernández, S., Barbena, I. y Luz, L. (2023). Revisión bibliográfica de la eficacia de la terapia asistida con animales (perros y caballos), para niños/as y adolescentes con trastorno del espectro autista (TEA). La escuela promotora de derechos, buen trato y participación:   Revisiones, estudios y   experiencias, 347-354. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9177623 347-354. 

González, A., Márquez, V., López, M. (2015). Educación y salud en una sociedad globalizada. Editorial Universidad de Almería. 

Gretchen, K., Johnson, R., Wang, Z., Bibbo, J., Cheak, N. & Lyons, L. (2021). Exploratory Study of Cat Adoption in Families of Children with Autism: Impact on Children’s Social Skills   and   Anxiety.   Journal   of   Pediatric   Nursing,   https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0882596320306631 58,   28-35 

Hernández, N., Martínez, E., Sevilla, D. y Mas, L. (2021). Effects of Dolphin-Assisted Therapy on the Social and Communication Skills of Children with Autism Spectrum Disorder. Anthrozoös, 34(2), 251–266. https://doi.org/10.1080/08927936.2021.1885140 

Jorge, S., Rosillo, M. y Archilla, M. (2021). Beneficios de la terapia asistida con perros en los niños con trastorno del espectro autista. Revista Sanitaria de Investigación, 2(10), 204. https://enfispo.es/servlet/articulo?codigo=8163705 

López, E., Palacios, A., Rodríguez, A., Olmedilla, M., Fernández, R., Mediavilla, R. & Máximo, N. (2024). Implementation feasibility of animal-assisted therapy in a pediatric intensive care unit: effectiveness on reduction of pain, fear, and anxiety. European Journal of Pediatrics, 183(2), 843-851. https://link.springer.com/article/10.1007/s00431-023- 05284-7 

Moretti, M. (2019). Intervenciones asistidas con animales. Editorial Autores de Argentina. 

Nisarga, V., Khar, P. & Shah, H. (2024). Enhancing child mental health: a stepped care approach by mental health professionals at an early intervention and rehabilitation centre for children, in India. Discover Psychology, https://link.springer.com/article/10.1007/s44202-024-00175-w 

Rehn, A., Caruso, V. & Kumar, S. (2023). The effectiveness of animal-assisted therapy for children and adolescents with autism spectrum disorder: A systematic review. Complementary   Therapies   in   Clinical   Practice, 50, https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1744388122001876 101719. 

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